Comer lechuga y tomate todos los días no es tan saludable como piensas.
La alimentación es la gasolina de nuestro cuerpo: puedes ponerle lo más básico para que se mueva, o puedes meterle aditivos para sacarle el mejor rendimiento.
Y hay un montón de opciones de dónde escoger, el problema es que estamos acostumbrados a lo mismo. Si yo te digo “dieta saludable”, seguro en tu cabeza aparece un pollo a la plancha, con ensalada verde a un lado . Está bien, es práctico y te nutre, pero te estás perdiendo muchos beneficios. No te voy a decir que gastes una millonada en la despensa para que tu refri parezca la central de abastos, se trata simplemente de conocer nuevos alimentos, entender sus beneficios y saber cómo incluirlos en tu dieta.
- Quinoa: el grano que sí quieres en tu cuerpo
La quinoa es considerada un superalimento por 3 sencillas razones: contiene proteína, es una fuente de fibra y aporta vitaminas y minerales como el hierro y el magnesio.
Eso probablemente ya lo habías escuchado, pero es como que te digan que la gasolina premium tiene mayor octanaje. Te cuento para qué sirve: cuando comemos alimentos que contienen proteína, nuestro cuerpo la agarra y la descompone en aminoácidos. Estos aminoácidos son como los ladrillos para construir y reparar nuestros tejidos, por eso se dice que la proteína ayuda al desarrollo de los músculos, pero también sirve para producir hormonas y enzimas que nuestro cuerpo necesita.
En pocas palabras, la proteína es una materia prima con la que nuestro cuerpo se mantiene fuerte y saludable, y no es tan común encontrarla fuera de la carne, por eso se vuelve relevante en la quinoa.
Ahora vamos a la fibra, que es conocida por ayudarnos a sacar la basura, pero además es un elemento clave para el control del azúcar en la sangre, porque hace que la absorbamos más despacio y nos ayuda a reducir los niveles de colesterol.
Para cerrar el paquete de beneficios, el hierro es esencial en la producción de hemoglobina, una proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y viaja a través de las arterias para llevar el oxígeno por todo el cuerpo. Cuando no tenemos suficiente hemoglobina comenzamos a sentirnos cansados, débiles y con dificultades para respirar, esta es la condición que conocemos como anemia. Por otro lado, el magnesio fortalece nuestros huesos y ayuda a transformar los alimentos en energía. Podríamos decir que entre los dos forman una dupla ganadora para nuestro rendimiento diario. Y a todo esto, ¿cómo se come?
La quinoa funciona para acompañar casi cualquier platillo: puedes ponerla como base en tus ensaladas y agregar vegetales; usarla en lugar del arroz, en la comida; o desayunártela, mezclándola con frutas y miel… Su textura es muy similar a la del arroz, así que no le tengas miedo.
- Kéfir: mejora tu salud mental
No todas las bacterias son malas, de hecho algunas son muy buenas, como los probióticos, y ese es el principal aporte del Kéfir.
En los últimos años se han hecho descubrimientos que están cambiando nuestra forma de entender la salud mental. Las investigaciones sobre la relación que existe entre nuestros intestinos y nuestro estado de ánimo son impresionantes.
Por darte un par de ejemplos, un estudio publicado en la revista Annals of General Psychiatry muestra que los probióticos pueden tener un efecto positivo sobre los síntomas de depresión; y un artículo de la revista Neurogastroenterology & Motility sugiere que la microbiota intestinal puede influir en tus niveles de estrés y ansiedad. ¡Estamos hablando de transformar tu realidad con alimentos!
El Kéfir es una bebida fermentada, generalmente de leche, que contiene diferentes cultivos de levadura y bacterias saludables. Además de su impacto en tu estado de ánimo, reduce la inflamación general del cuerpo, previene diarreas, colitis y en algunos casos reflujo y acidez. ¿Se te antojaron los beneficios?
Te tengo una mala noticia. El kéfir no es precisamente un alimento sabroso. Su sabor es similar al del yogur, pero un poco más intenso, y tiene un olor ácido que algunos describen como a leche podrida. La ventaja es que puedes mezclarlo con fruta y miel (como el yogur), o incluso comprar alguna versión que ya venga saborizada. También lo puedes usar en aderezos, batidos o comértelo a cucharadas.
A ver, tampoco sabe tan mal, y estarás de acuerdo en que el beneficio vale la pena.
- Berro: la solución de nuestros tiempos
Cada época tiene sus retos de salud, y a nosotros nos tocaron el cáncer y las enfermedades del corazón. Si te interesa prevenir estos padecimientos, vas a querer ponerle berro a todo.
El berro es una planta acuática, de la misma familia que la mostaza, el rábano y el repollo, y aunque no es una hierba, se puede comer fresco o crudo, igual que el cilantro y el perejil. Lo interesante con el berro es todo lo que nos aporta.
En 2014, la doctora Jennifer Di Noia hizo un estudio para saber qué alimentos contienen mayor cantidad de nutrientes por caloría, y los resultados de la investigación pusieron al berro como el alimento más saludable del mundo. Sí, ni el brócoli, ni el ajo negro: ¡el berro!
Para ponerlo en perspectiva, la zanahoria y el plátano, tan recomendados por su aporte, aparecieron en la parte baja de la lista. Esto no quiere decir que no comas plátanos y zanahorias, siguen siendo muy buenos y nos ayudan para otras cosas, pero definitivamente tienes que incluir el berro en tu dieta, porque además de ser la mejor fuente de nutrientes, tiene propiedades antioxidantes que protegen tus células para mantenerte joven, ayuda a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol
y contiene compuestos como los glucosinolatos, que nos ayudan a prevenir y combatir el cáncer, todo esto demostrado en distintos estudios que pintan al berro como el alimento estrella de nuestra época.
Para incluirlo en tu dieta puedes darle vuelo a la imaginación: agrégalo a las ensaladas, mézclalo con la lechuga del sandwich, mételo a la licuadora en tu jugo verde o pónselo a la sopa para darle un toque diferente. Seguramente le vas a agarrar cariño más rápido que al Kéfir; tiene un sabor parecido al del rábano, pero un poco más suave.
Ahora, si la cocina no es lo tuyo, también puedes conseguir el extracto de berro como suplemento y recibir todos sus beneficios.
- Cúrcuma: desinflama la vida
La cúrcuma es una especia que contiene curcumina, un compuesto con potentes efectos desinflamatorios. Puede que eso te suene a cualquier cosa, pero en realidad es muy relevante.
La inflamación va más allá de sentirte hinchado, tiene una relación directa con los padecimientos del corazón, las enfermedades degenerativas y el cáncer, y en todas ellas la curcumina tiene un rol preventivo. Incluso se ha demostrado que puede ayudar a eliminar las células cancerosas, aunque todavía faltan ensayos clínicos para que se considere parte de un tratamiento estándar.
Otro de los superpoderes de la cúrcuma es que puede aumentar los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro, una proteína que protege su plasticidad y cuida nuestra salud neuronal. Lo que traducido a beneficios sería tener una memoria sana, mayor capacidad para aprender nuevas habilidades y prevenir enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer.
Al ser una especia, tú puedes ponerle cúrcuma a lo que se te antoje. Le va muy bien al arroz, por ejemplo. Tiene un sabor terroso y un toque amargo parecido al de la pimienta. Si te gusta la comida de la india seguramente ya la probaste, porque es un ingrediente clave en el curry.
- Espirulina: tu aliado contra el azúcar
Si la quinoa es la proteína de los granos, la espirulina es el equivalente en los vegetales. (Técnicamente es una cianobacteria, pero se entiende el punto).
Con un contenido proteínico de entre el 55 y el 70%, esta alga azul supera incluso a muchos alimentos de origen animal, por eso es una gran aliada para los vegetarianos, pero ya hablamos de proteínas en la sección de la quinoa, mejor te cuento sobre su impacto médico y cómo puede cambiar tus niveles de energía.
Entre sus principales aportes está el control de la glucosa. Investigaciones recientes muestran que la espirulina puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre, por eso los médicos recomiendan a sus pacientes diabéticos incluirla dentro de su dieta. Pero este beneficio no es exclusivo para diabéticos, todos podemos sacarle provecho.
La espirulina previene los picos de glucosa, provocados generalmente por una mala alimentación (¿te suena el mal del puerco?). No nos va a dar el superpoder de comer pizza todo el día y mantenernos como si nada, pero sí vamos a regular mejor nuestros cambios de humor, el hambre y el cansancio que estos picos nos provocan.
Además de ayudarnos a mantener la sangre liviana, la espirulina es una buena fuente de antioxidantes, vitamina B y minerales como el hierro y el magnesio.
A diferencia de los otros alimentos de esta lista, no es muy común preparar platillos con espirulina, sobre todo porque tiene un olor como a mar estancado, pero la puedas incluir en tus jugos y batidos para disimular el sabor; o si prefieres también puedes conseguirla en cápsulas y ahorrarte la batida.
El tomate y la lechuga pueden seguir teniendo un lugar en tu refri, pero siempre es bueno dejar espacio para nuevas opciones.