8 señales de diabetes que no debes ignorar

8 señales de diabetes que no debes ignorar

La diabetes es una de las principales causas de muerte a nivel mundial, el problema es que va creciendo en silencio hasta que aparecen los síntomas más graves, como la pérdida de visión, las fallas en los riñones y las enfermedades cardiacas.

Los síntomas que vamos a ver hoy suelen aparecer en etapas tempranas, de ahí la importancia de identificarlos. No se trata de autodiagnosticarnos por el susto, sino de estar alertas para consultar antes de que sea tarde.

 

Estas son las 8 señales que no debes ignorar.

1. Necesidad frecuente de orinar

Esto tiene nombre, se llama Poliuria: Poli, que significa abundancia, y Uria, que se usa en medicina para todo lo relacionado con la orina. Literalmente: orina abundante. Pero más allá del nombre, ¿por qué pasa esto y qué tiene que ver con la diabetes?

Cuando tenemos una alta concentración de azúcar en la sangre, los riñones intentan eliminar el exceso filtrándola hacia la orina, y para lograrlo arrastran grandes cantidades de agua, que se convierten en grandes cantidades de orina. 

Ahora, darnos cuenta de cuánto estamos orinando puede ser complicado, pero ahí te va la clave: La poliuria no se limita a las horas del día, también sucede en la noche, y se llama nocturia. Levantarte por las noches a orinar no es normal, por eso puede ser una forma de notar si estás orinando mucho, y aunque esto no necesariamente significa que tienes diabetes, sí puede ser un signo de exceso de azúcar en la sangre.

Además de lo relacionado con la diabetes, orinar constantemente puede provocar problemas de deshidratación, creando un círculo vicioso que nos lleva al siguiente punto.

 

2. Sed en exceso


Si tu cuerpo está usando el agua para sacar el azúcar, necesita que se la repongas, y te lo muestra con una sensación de sed que no se quita fácilmente. Pero aquí viene un punto interesante que nos deja con el dilema del huevo y la gallina, porque sentir más sed de lo normal es un proceso natural del cuerpo cuando está muy cargado de azúcar, independiente de cuánto hayas orinado. 

 

¿Entonces qué viene primero, la sed o la orina? Ni la orina ni la sed: el azúcar. Te pongo un ejemplo:

Si te aventaste un plato de comida china con una coca bien helada, vas a sentir sed toda la tarde, y eso no quiere decir que tengas diabetes, pero sí que le metiste demasiados carbohidratos a tu cuerpo, y ahora necesita tu ayuda para filtrarlos, por eso te pide que orines, y también por eso te pide agua. 

El problema es cuando esto se vuelve constante, porque quiere decir que tu cuerpo no está regresando a su estado normal, y le tienes que echar la mano sin importar lo que hayas comido. Ahí es donde tenemos que poner atención. Si te pasas la mitad del día con la boca seca, o te despiertas a tomar agua y orinar por las noches, no está de más darte una vuelta por el médico.

 

3. Oscurecimiento de la piel

Conocida médicamente como acantosis nigricans, esta es una de las señales más notorias, porque aparece en el cuello, las axilas o cualquier otro pliegue de la piel. Seguramente ya te ha tocado verla. Se caracteriza por pintar las áreas de un color más oscuro y dejar un aspecto como aterciopelado. ¿Pero por qué pasa esto?

Justamente algo que me sorprendió es que la ciencia no sabe con exactitud por qué sucede, pero de lo que sí están muy seguros es de que está relacionada con la resistencia a la insulina, uno de los primeros pasos hacia la diabetes tipo 2. Por eso es tan importante consultar con un médico en cuanto empieces a notarla. Por lo general suele aparecer junto con una sensación de comezón y resequedad en otras áreas del cuerpo.

 

4. Sudoración nocturna

¿Te ha pasado que te despiertas con la almohada empapada, aunque tengas el aire acondicionado encendido? Sudar en la noche no siempre tiene que ver con el calor, puede ser una hipoglucemia nocturna, y eso podría ser una señal de diabetes.

La hipoglucemia nocturna es una condición en la que los niveles de glucosa en la sangre caen mientras estás dormido. Esto activa el sistema nervioso simpático, que responde liberando adrenalina y otras hormonas del estrés, lo que no solamente provoca sudoración excesiva, también pesadillas, dolores de cabeza o que te despiertes con una sensación de ansiedad y nerviosismo.

Pero cuidado aquí, porque la diabetes no es la única causa de hipoglucemia nocturna. Si tomas alcohol seguido y no consumes suficientes alimentos, puede ser que eso sea lo que te está provocando la sudoración y las pesadillas. En cualquiera de los casos, vale la pena ponerle atención para mejorar tu calidad de vida, porque el sueño es uno de los factores más relevantes para mantener nuestra salud. 


5. Heridas que tardan en cicatrizar

Otra de las señales de diabetes es la cicatrización lenta de las heridas, y detectarla a tiempo es importantísimo, porque más allá de indicar que tienes esta enfermedad, podría estar empezando a provocar daños más avanzados, como úlceras o infecciones crónicas.

Cuando los niveles de azúcar en la sangre son muy altos, dañan los vasos sanguíneos y los nervios, esto impide que los nutrientes y el oxígeno lleguen a las heridas, y también dificulta que el cuerpo combata infecciones. Como resultado, las heridas tardan más en sanar.

 

Ahora, aquí hay un problema: ¿cómo sabemos que estamos cicatrizando más lento de lo normal? Existen 3 detalles a los que podemos prestar atención. 

Primero, obviamente el tiempo. Una herida pequeña debería cerrar completamente en máximo dos semanas.

Segundo, los signos de infección: si tu herida se hincha, tiene presencia de pus o está demasiado roja, puede ser que esté cicatrizando lento.

Y tercero, las costras, que son la prueba más grande de cicatrización. Si tu costra es demasiado grande o se rompe y se vuelve a formar constantemente, no está funcionando como debería.

Al final, tu experiencia es la mejor forma de saber si la cicatrización es más lenta de lo que era antes, pero si eres distraído puedes apoyarte en este tipo de detalles.


6. Hambre excesiva


¿Has sentido que por más que comes no se te quita el hambre? A eso se le llama Polifagia, y aparece cuando el cuerpo no es capaz de utilizar la glucosa de manera eficiente. Eso provoca que las células no reciban la energía que necesitan, el cerebro lo detecta, y lo manifiesta a través del hambre.

Las consecuencias son muy evidentes: consumo desmedido de alimentos, aumento de peso y desequilibrio nutricional, lo que se convierte en una cadena, porque sigue elevando los niveles de glucosa en la sangre.

Tener antojos es normal, pero si el hambre no se te quita deberías hablarlo con un médico.

 

7. Visión borrosa

Al inicio te dije que la pérdida de visión es uno de los síntomas más graves de diabetes, pero tiene sus primeras señales, y una de ellas es la visión borrosa.

Los niveles elevados de glucosa pueden provocar cambios en la cantidad de líquido que tenemos dentro del cristalino, que es como la lente de nuestros ojos, por eso afecta nuestro enfoque.

El problema de la visión borrosa no solo es que pueda convertirse en una ceguera permanente, porque incluso si no llega a eso provoca otros daños, como hemorragias, acumulación de líquido en la retina, crecimiento anormal de vasos sanguíneos, desprendimiento de retina y glaucoma.

Estos daños pueden causar pérdida parcial de la visión, puntos ciegos y distorsión de la imagen. Además, la retinopatía diabética, que es el daño a los vasos sanguíneos de la retina, puede progresar a un punto en que el tratamiento es mucho más complicado y menos efectivo.

 

8. Encías inflamadas

Las encías pueden inflamarse por muchas razones, desde una mala higiene bucal hasta infecciones por bacterias, pero si esto se vuelve crónico puede ser una señal de diabetes.

Cuando nuestros niveles de glucosa están muy elevados, afectan la circulación de la sangre y  nuestro sistema inmune, lo que por un lado favorece el crecimiento de bacterias y por el otro reduce la capacidad de nuestro cuerpo para combatirlas.

Además de prevenir la diabetes, prestar atención a la inflamación de tus encías puede evitar problemas como la periodontitis, que si no se trata a tiempo podría llevarte a perder los dientes.

Si tienes una o más señales de las 8 que vimos aquí, te recomiendo que al menos te des una vuelta con tu médico o te hagas exámenes de sangre para estar más tranquilo.

Sé que puede ser angustiante enfrentarte al resultado, pero cada vez existen más alternativas para el tratamiento de la diabetes, incluso algunas naturales como la berberina, que ha demostrado en distintas investigaciones tener un impacto similar, o incluso mejor, que el de los medicamentos tradicionales.


Ahora, si quieres prevenir la aparición de la diabetes, hay una fórmula muy sencilla, de 3 elementos que son básicos en nuestra salud. No estoy descubriendo aquí el hilo negro:

El primero es mantener una dieta equilibrada, con la mayor cantidad de frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras, y la menor cantidad de azúcar y carbohidratos refinados.

El segundo es moverte. No es necesario hacer largas rutinas de ejercicio, con que le dediques 30 minutos al día puedes mejorar tu sensibilidad a la insulina, mantener estables tus niveles de glucosa y controlar tu peso.

Y el tercero es precisamente monitorear tu salud. El peor error que podemos cometer es no checarnos por miedo a tener alguna enfermedad, porque lo único que estamos logrando es reducir nuestras oportunidades de vencerla.


Con estos 3 elementos no solo vas a prevenir la diabetes, también te vas a dar cuenta de que tu calidad de vida se va a ir para arriba.

¡A cuidarse!

 

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