El resveratrol es uno de los suplementos con más potencial en el mundo de la salud, por eso cada vez suena más. ¿Pero qué es? ¿De dónde lo sacan? ¿Para qué sirve? Hoy te cuento las 10 cosas que tienes que saber sobre el resveratrol, todo con el respaldo científico que nos caracteriza.
1. ¿Qué es y de dónde sale?
El resveratrol es un compuesto químico descubierto en 1939, pero se empezó a estudiar hasta el 70. Se encuentra de manera natural en algunas plantas y forma parte de una familia muy útil para los humanos: los polifenoles.
Estos polifenoles se están haciendo famosos porque tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e incluso anticancerígenas, de ahí que la ciencia les esté dedicando tantas horas de estudio.
El resveratrol es de los polifenoles más conocidos, pero también están la curcumina y la quercetina, que seguramente has escuchado si llevas tiempo buscando una mejor calidad de vida.
Su fuentes principales son las uvas rojas, el vino tinto, los cacahuates con cáscara y el chocolate negro; pero antes de que llenes tu calendario con chocolates y copas de vino, te tengo una noticia: la dosis que podemos conseguir en la comida no alcanza para obtener los beneficios de los estudios, por eso los suplementos de resveratrol están siendo cada vez más recomendados por expertos en medicina y nutrición.
2. Beneficios cardiovasculares
El resveratrol no te va a dar apapachos, pero va a cuidar tu corazón mejor que cualquier pareja.
Un estudio publicado en la revista Annals of the New York Academy of Sciences muestra que el resveratrol prepara a tu corazón para responder mejor al estrés, activando genes y proteínas que lo protegen. Además tiene un impacto positivo en tus niveles de colesterol, y ayuda a que sucedan procesos como la autofagia, que es cuando el cuerpo se deshace de las células que están dañadas. De esta manera se reducen los riesgos de hipertensión, aterosclerosis (que es cuando se tapan tus arterias) y otros problemas cardiovasculares.
La próxima vez que quieras ver una película con el que te pone a latir el corazón, puedes llevar al cine tu botella de vino.
3. Propiedades antienvejecimiento
“Antienvejecimiento” es un término muy devaluado, porque ya nos lo ponen hasta en la crema para los pies. Pero eso no quita que haya compuestos, como el resveratrol, que realmente nos ayudan a retrasar el envejecimiento. Y no solamente me refiero a las arrugas en la piel, sino a nuestra edad biológica, que se ve reflejada en las enfermedades de la vejez. Te explico cómo lo hace:
Las sirtuinas son un grupo de proteínas que ayudan a regular la salud celular y el envejecimiento. Y hay un tipo de sirtuinas, las SIRT1, que son especialmente importantes, porque mejoran nuestro metabolismo y aumentan la vida de las células.
Acá viene lo interesante: el resveratrol tiene la capacidad de activar las SIRT1, por eso está directamente ligado con nuestra calidad de vida. Algunos estudios dicen que este proceso puede incluso imitar los efectos de la restricción calórica y el ayuno intermitente, dos de las dietas más recomendadas para mantenernos jóvenes.
4. Efectos anticancerígenos
El resveratrol empezó a llamar la atención por sus efectos antioxidantes, pero cuando descubrieron que podía ayudar en la lucha contra el cáncer el interés se fue al cielo.
En los últimos años, los estudios han explorado cómo el resveratrol ayuda a detener el desarrollo de esta enfermedad, y han encontrado que puede influir en procesos como la metástasis, que es una de las razones por las que el cáncer es tan difícil de detener.
Las células cancerosas son como el John Wick de nuestro organismo, porque matarlas parece imposible, y mientras más tiempo permanezcan vivas más se expande el cáncer por el cuerpo.
La metástasis es el proceso con el que las células cancerosas se multiplican, y resulta que el resveratrol puede detener ese proceso… ¡Estamos hablando de detener la expansión del cáncer!
Pero eso no es todo, porque también ayuda a provocar la apoptosis, un mecanismo para programar la muerte celular, lo que podría ayudarnos a acabar con las células cancerígenas.
Estos efectos siguen siendo estudiados por científicos de todo el mundo, pero los avances ya están abriendo nuevas rutas para tratar una de las enfermedades más temidas de nuestros tiempos.
5. Salud de la piel
Si te digo suplementos para el cuidado de tu piel, seguramente vas a pensar en el colágeno y la vitamina C, pero no son los únicos.
Al ser un antioxidante natural muy fuerte, el resveratrol ayuda a neutralizar los radicales libres, que son las moléculas que dañan nuestra piel y aceleran la aparición de las arrugas. Además funciona como un protector solar interno, porque reduce el impacto de los rayos ultravioleta, por eso ahora puedes encontrarlo dentro en cremas y sueros de belleza.
6. Impacto en la diabetes
La diabetes es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Cualquier hallazgo que abra la puerta a una posible solución es tomado muy en serio por la comunidad científica.
En 2011, un estudio de la Universidad de Cambridge comprobó por primera vez que el resveratrol mejora la sensibilidad a la insulina en las personas, y esto es enorme, porque significa que, con ayuda del resveratrol, los diabéticos pueden reducir los niveles de azúcar en la sangre.
En este momento no existe una cura como tal para la diabetes, lo que los médicos buscan en sus pacientes es poner la enfermedad en remisión, que en pocas palabras significa detener el uso de medicamentos. Y justamente para lograrlo es que se usan los medicamentos, complementados por otras estrategias como cambios en la dieta y aumento de las actividades físicas. Ahora el resveratrol se encuentra en esa misma ventana de alternativas, y cada vez pinta como una opción más prometedora para ayudar en el proceso de remisión.
7. Metabolismo de grasas y prevención de obesidad
No es que el resveratrol sea mágico y podamos tomarlo en lugar de ir al gimnasio o comer de forma equilibrada. Las buenas prácticas no pueden cambiarse por nada, eso lo tenemos claro; pero existe evidencia científica, principalmente en ratones, de que el resveratrol puede regalarnos beneficios parecidos a una dieta de restricción calórica.
Me vas a decir, espérate Luis, cómo que en ratones. Pues sí, así se empiezan los estudios. Pero tampoco es que no se haya probado en humanos. Justo en ese punto estamos ahora, y aunque las pruebas no son concluyentes todavía, sí han demostrado que el resveratrol mejora el metabolismo y la homeostasis de la glucosa, lo que abre un camino para usarlo en la lucha contra la obesidad.
8. Propiedades antiinflamatorias
Casi todas las enfermedades crónicas tienen que ver con la inflamación de nuestro cuerpo. ¿Pero por qué nos inflamamos o cómo funciona esto?
La inflamación es una respuesta natural del sistema inmune que nos ayuda a combatir infecciones y reparar tejidos. Pero, cuando se queda en nuestro cuerpo por culpa de la comida procesada, el azúcar y el estrés constante, puede provocarnos un montón de daños, que van desde el envejecimiento hasta el cáncer.
El resveratrol ayuda en nuestro proceso desinflamatorio, primero regulando el sistema inmune para que no reaccione de manera exagerada, y después frenando las moléculas inflamatorias y mejorando la función del endotelio, que es la capa de las células que cubre el interior de los vasos sanguíneos. Esto mejora la circulación de la sangre y reduce la inflamación de nuestros órganos.
9. Mejora las funciones cerebrales
Si te gusta tu memoria, mantener la atención, aprender nuevas cosas y resolver problemas, este punto te va a interesar.
Es normal que con la edad las funciones cognitivas de nuestro cerebro se vayan dañando. ¡Es normal ahora! Pero las investigaciones están encontrando formas de detener ese daño, y en un futuro muy cercano la normalidad va a ser otra.
Uno de los protagonistas de estos estudios es justamente el resveratrol, porque se ha comprobado que puede reducir la inflamación del cerebro y aumentar la homeostasis energética, que es el proceso por el cual nuestro cuerpo regula el gasto de energía.
Si el cerebro mantiene su homeostasis energética en buen nivel, puede reparar nuestras células, transmitir señales nerviosas y ayudarnos a resolver problemas sin cansarnos tan rápido, además de prevenir enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
10. Suplementación
Aunque relacionar el resveratrol con el vino tinto es una tentación, la realidad es que necesitaríamos unas 34 botellas diarias para cumplir el mínimo utilizado en los estudios.
Una copa de vino puede contener entre .2 y 2 miligramos de resveratrol, mientras que las dosis estudiadas parten de los 150 y van hasta los 1000 miligramos, o incluso más en ensayos de corta duración.
Buscar la dosis de resveratrol por el camino de las copas sería definitivamente más dañino que beneficioso para nuestro cuerpo, y algo similar pasa con la dosis del chocolate o los cacahuates, por eso existen los suplementos de resveratrol, a veces combinados con otros compuestos para complementar sus beneficios.
La recomendación en esta comunidad siempre va a ser informarte, conocer tu cuerpo y acercarte con un experto para encontrar la dosis perfecta para ti.
¡A cuidarse!